Hace unos días nos encontrábamos con emails de la dirección para participar en una encuesta sobre cómo nos sentíamos con el fin de evaluar el ámbito laboral. “Párate a sentir” es el lema, acompañado de la frase “recuerda que en Endesa nos preocupamos por ti y tus sentimientos”. Hay que innovar. Lo que eran las tradicionales encuestas de clima laboral (anónimas, donde evaluábamos a nuestros superiores y la empresa) son parte del pasado.

Ahora se nos pide que nos “autoevaluemos”. Es una nueva vuelta de tuerca. ¿Os habéis preguntado cuál es el objetivo? La estrategia no es a corto plazo, la dirección está empezando su estrategia de cara a la negociación del próximo convenio. Esta nueva encuesta mide el grado de satisfacción, bienestar emocional, estrés, conformidad, compromiso de la plantilla. Con ella, la dirección recopila información para medir hasta donde pueden seguir apretando. En definitiva, están midiendo nuestras fuerzas.

Al final todos estos datos aparecen en la mesa de negociación sin ser visibles. Como hemos visto durante estos años, lo que no puedan hacer con el convenio, lo hacen mediante acuerdos por líneas de negocio, con datos sacados de encuestas como esta, después de comprobar hasta dónde llega el grado de conformismo de la plantilla. Si ven resistencias en un grupo concreto ejercen más presión sobre él con el ya más que conocido “discurso del miedo”, usando para su difusión a cómplices necesarios entre jefes y mandos. El objetivo de la encuesta es conseguir mayor sumisión de la plantilla.

“Cuéntanos cómo te sientes”, nos dicen en la encuesta, acompañada de una foto de Elvis (¡?). ¿Cómo nos sentimos? Es fácil imaginar cómo se siente una persona trabajadora de Endesa, por poner un ejemplo de las últimas actuaciones de la dirección, cuando es trasladada con sus familiares a mil kilómetros de su hogar, con peores condiciones laborales en el nuevo destino en la mayoría de las ocasiones. Y si encima salen plazas externas en las plataformas digitales o la web de la propia empresa en los territorios de origen de esas personas, es fácilmente entendible que aumente su nivel de frustración, cuando vemos que la empresa vuelve a incumplir, una vez más, esos acuerdos y falsas promesas de retorno, donde contratan a gente externa sin que haya la posibilidad real de volver con unas condiciones dignas. Acaban de publicarse dos plazas externas en la web de la empresa para un territorio concreto donde a la inmensa mayoría de la plantilla la desplazan a la parte opuesta de la Península.

Cuando se es discordante, la dirección reactiva los altavoces de difusión del discurso del miedo bajo el argumento de que quien discrepa tiene el objetivo de bloquear todos los procesos. Pero esa discordancia no es más que la defensa real de los derechos de la plantilla, esos derechos que tanto cuesta conquistar y que tan fácil se pierden, sobre todo cuando hay un cómplice necesario que se encarga de fulminarlos mediante la firma de esos acuerdos, que contribuyen a que este 2021 Endesa vuelva a lograr las mayores ganancias en siete años, con una estimación de los analistas de un beneficio neto de 1.703 millones de euros, el mayor desde 2014, mientras la plantilla continua en caída libre de pérdida de beneficios sociales.