La mejor garantía de preservar un modelo sindical participativo, reside en transmitir información puntual y conocimiento exacto de todas las materias que constituyen las relaciones laborales del Grupo Endesa

Uno de los pilares básicos que conforman el estilo sindical de Comisiones Obreras, es la responsabilidad de informar con agilidad y transparencia.


A partir de esta premisa y nunca en deterioro de los procesos asamblearios y la comunicación directa, presentamos este nuevo instrumento al servicio de los trabajadores/as del Grupo Endesa como reafirmación de nuestro compromiso histórico.

La puesta en marcha de esta herramienta participativa, está encaminada a proporcionar un amplio conocimiento de las materias que configuran nuestras relaciones laborales, con la finalidad de convertir al trabajador en protagonista activo en la defensa y mejora de sus derechos contractuales.


Con esta iniciativa nos proponemos facilitar una información homogénea, completa y actualizada y esperamos que nos hagais llegar vuestras consultas y propuestas, aceptando el reto de responder a ellas con la mayor celeridad posible y de forma personalizada.

Si logramos que este proyecto se convierta en algo útil para vosotros/as daremos por cumplido nuestro objetivo.

La cara insostenible de la transición energética

La plantilla trasladada tiene ahora que retornar de nuevo a sus centros. La realidad es que se está produciendo una carga de trabajo similar a la que había hace unos años con las descargas y cargas de los buques de carbón. Desde CCOO insistimos, que mientras no se tenga la autorización del cierre se mantenga a la plantilla en la central. ¿Cómo concilia la vida laboral y familiar esta gente que está a mil kilómetros de sus casas y que encima tienen que trasladarse periódicamente de un centro a otro? En julio de 2020, el Acuerdo de Recolocaciones indicaba que, si se generaba empleo en la zona, la gente tendría preferencia de retorno para optar a esas vacantes.

Enel sigue batiendo récords en beneficios y repartiendo dividendos.

Suponemos que por las necesidades de producción derivadas de la crisis energética de 2021, y no por otras cuestiones, Enel ha vuelto a reactivar el funcionamiento de algunas centrales térmicas en Europa.

En la central de As Pontes, una vez más, las personas trabajadoras que fueron trasladadas lejos de sus hogares ahora tienen que retornar a sus centros de origen quizás por un tiempo indeterminado, pues la dirección alega que el arranque de la central es por “circunstancias excepcionales”. En Ferrol, la realidad es que se está produciendo una carga de trabajo similar a la de hace unos años con las descargas y cargas de los buques de carbón. Hoy además para unos fines que desconocemos.

Con As Pontes, la dirección ha cambiado su discurso y ahora la declara “no disponible técnicamente”. Antes la razón era una “exigencia del operador del sistema” en una situación excepcional, pero la realidad es que la autorización del cierre sigue sin aparecer después de dos años. Así pues, la obligación de estar disponibles parece que ahora se esfuma, mientras se sigue esperando por la autorización de cierre, y la situación vuelve a ser la misma que justo hace un año: vuelven a trasladar a parte de la plantilla a los centros que les habían asignado. Desde CCOO insistimos, una vez más, que mientras no se tenga la autorización del cierre se mantenga a la plantilla en la central.

¿Estos son los valores que tanto presume el grupo Enel a nivel europeo? ¿Cómo concilia la vida laboral y familiar esta gente que está a mil kilómetros de sus casas y que tienen que trasladarse periódicamente de un centro a otro situados a tanta distancia?

En julio de 2020, se firmó el Acuerdo de Recolocaciones. Este indicaba que, si se generaba empleo en la zona, la gente tendría preferencia de retorno para optar a esas vacantes. Sin embargo, casi dos años después, no dan ni una sola opción de quedarse a la gente afectada por el acuerdo. Ahora tienen un trabajo que es continuo y con la más de la mitad del personal haciendo el mismo trabajo.

Eso sí, la filial de Enel en España sigue batiendo records de facturación y beneficios año tras año, sigue repartiendo los dividendos entre sus accionistas -sin olvidar que la propia Enel es la principal beneficiaria, pues tiene más del 70% de las acciones-. ¿Estas prácticas las haría Enel, empresa con capital público italiano, en su país? ¿Es Endesa simplemente esa máquina de “generar cash” de la que tanto presumía el presidente Starace?  Siendo estratégico el sector energético, no podemos permitir que desde Enel se trate a Endesa como un simple sutidor de euros, ni a España como una anacrónica colonia, precarizando el empleo dentro del sector y esquilmando esta empresa a costa del bolsillo de la población.

Rectificar es de sabios. Desde CCOO seguiremos defendiendo que se respete el empleo de calidad, sin precarizarlo y sin poner en riesgo la estabilidad de la comarca donde está asentada Endesa ni la estabilidad de la red eléctrica, exigiendo a Enel y a su filial Endesa un plan de inversiones estable y real que garantice empleo digno, así como el retorno de las personas trabajadoras que se han visto obligadas a trasladarse.

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